miércoles, 14 de abril de 2010

Plagio

Cómo saber si no estamos plagiando las 24hs, si nuestro simple respirar no es un plagio a otros respirares igual de constantes, o débiles.
Lo que escribo ya lo escuche en algún sitio, en mi propia conciencia o en tus palabras. Si puedo repetir una frase de canción como un poema propio, que me impide contar mi vida en referencia a la de alguien más.
Quizá estoy encarnando tu relato y plagiando tus soledades y virtudes.
Quizá es cierto que te conozco de algún lado, y no de mi fantasear constante e interrumpido.
No conozco ni mis musas ni las tuyas. Y no te invito a conocerlas.
Todo este hacer es un hacer de nuevo con otros protagonistas.
Vos sos una necesidad mía, y de alguien antes que yo, que inventó la rutina diaria y el compartir en pares.
No te culpo y sí me quejo, como siempre, como de tantas otras cosas. Como si hiciera falta plagiar una queja, un gemido, una lagrima.
Como estoy plagiando esta inquietud de poner las cosas en un papel, como también la estas plagiando vos, solo que vos empezaste más tarde.

14/04/2010