Quien vuelve al papel sin volver a la tinta y sin mayores expectativas ni intenciones. Solo por volver, solo por no irse nunca. Y se siente tan familiar como ajeno, y aún así tan cómodo, tan mío. Es una libertad distinta y llena de atribuciones. Ya no pregunto, ya no respondo. Ahora me permito vaciarme de momentos para solamente ocuparlos con vacío. Como les decía…ya no pregunto ni respondo, ni doy explicaciones